julio 08, 2008

Regreso

Abriendo los ojos y el corazón.


Un día desperté y decidí perderme. Saltar sobre las nubes mientras contemplaba los revoltosos recuerdos posados en mis manos. Sin querer se me enredo el reloj en los cabellos y una lágrima se escapo de la memoria.

Íntimamente acompañada de sueños. De esos sueños con olor a canela que me secuestran de vez en cuando. Sin palabras y sin voz. Absorta ante la inverosímil realidad de mis días.

Silencie mis preguntas. Quizás, pensé, no hay respuestas en este Macondo tan poco mágico. De todas maneras mi cuestionario es muy extenso y esta vida, estoy segura, no me alcanzara para responderme.

Por eso quise cerrar los ojos. Anestesiar las horas. Pero no pude. Abrí los ojos y sacudí los pies. Reclame la presencia de las palabras, las únicas capaces de rescatarme, de hacerme realmente mágica.

Y regrese.
12 de febrero 2005


A petición de un fiel lector de mis letras

4 comentarios:

Ginnette dijo...

Gracias por complacer peticiones, incluso aquellas silentes.

Sendy Eusebio dijo...

Hermoso. Todos tus escritos son bellos. Si hay que hacer peticiones para que los que son como este, entonces por favor te pido que los publiques todos.
Ha sido todo un placer encontrarte.

Baakanit dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Baakanit dijo...

Estás como los Dj's complaciendo peticiones. ;)

Pues quisiera leer otro poema con sabor Sudamericano. ;)

"Sin querer se me enredo el reloj en los cabellos"

El tiempo y los recuerdos a cada rato se nos enredan. A veces no queremos desenredarlos.

Por qué Macondo? Teniendo tantos pueblos con nombres mágicos en nuestro país. Cutupú, Jumunucú ;) Na' estoy jugando, de vez en cuando hay que rendirle tributo a GGM

Ciao