agosto 26, 2014

Los cien de Cortázar y mis deudas

Hoy se cumplen cien años del nacimiento de Julio Cortázar. Aun no termino de leer a Rayuela.

Y no es porque no me guste del todo, porque hay una parte de su todo hasta ahora leído que no me engancha, sino por falta de tiempo. La leo a tropezones.

De lo leído me han gustado tres episodios: el de Berthe Trépat (desde la página 143 hasta la 175), el ambiente de tensión en el que todos sabían que Rocamadour estaba muerto, menos La Maga-Lucía (desde la página 204 a 235), y la hermosa carta que La Maga había escrito para su hijo (desde la página 256 a la 260).

Lo demás...lo demás no me ha agarrado, no me ha atrapado. Pasaba mis ojos sin ton ni son por las páginas. Líneas de un filosofar disperso sin mucho sentido para mí. El club de Horacio Oliveira es lo que más se me parece a un grupo de adolescentes sin mucho que hacer hablando cualquier asunto, solo por hablar.

Me cuenta la escritora Rosa Silverio que leyó a Rayuela con 17 años y que en esa época fue muy significativa para ella. Supongo que debí leerla en mi adolescencia, quizás hubiese conectado de manera más animosa con su historia y sus vericuetos estructurales. No lo sé. Me quedan pocas páginas y en algunos momentos me aburre.

Sin embargo, amo sus cuentos. Me encantan sus cuentos y para mí es lo mejor de lo mejor de Cortázar.

Hoy mucha gente ha escrito sobre él, a propósito de su centenario. Me quedo con algunas reseñas interesantes y descubrimientos. Entre las reseñas destaco una especie de relato-crónica Jacinto Rodríguez, un periodista mexicano que administra un la página "Tiranía Invisible", donde se relatan historias de escritores y otros protagonistas políticos mexicanos que fueron espiados y de lo que los reportes de espionaje dicen sobre ellos. Lo que escribe de Cortázar se construye precisamente sobre los reportes de espionaje que realizó la Dirección Federal de Seguridad de México al escritor desde mediados de la década 1960 hasta un año antes de su muerte. Este trabajo esta hermosamente diagramado. (Para leerlo den click en la imagen).


De los descubrimientos les comento que hoy me enteré que su primer libro fue un poemario que se llama Presencia y que entre ese libro y el siguiente, Bestiarios (su primer libro de cuentos), pasaron casi trece años. También descubrí hoy un texto político que me sacó una sonrisa, un artículo que envío en 1981 al Encuentro de los Intelectuales por la Soberanía de los Pueblos de Nuestra América, en Cuba, y que se titula "¡Qué poco revolucionario suele ser el lenguaje revolucionario!".

Y para finalizar este texto, que en cierta manera es un homenaje a Cortázar, les dejo un texto de mi amiga Sonia Tejada, que hace unos meses estuvo en Francia y escribió un hermoso relato sobre su búsqueda de la casa donde había vivido Cortázar en París. Disfruten: "Tras las huellas de Cortázar en París".

agosto 12, 2014

Histeria


El arco de la histeria. Louise Bourgeois.


Me sobrevivo, me sobrevives, nos sobrevivimos


y tus piernas son el ancla de la marea


la única sombra visible en esta cama a la deriva

donde soy caracol.

agosto 03, 2014

Un escritor, ¿nace o se hace en el internet?

Ayer, sábado, una amiga periodista me pasó un enlace vía Twitter. "La auténtica fórmula para triunfar en internet como escritor", es el título del enlace. Respondí, he de confesar, sin siquiera abrir el enlace, prejuiciada por el rimbombante y egocéntrico título (mis adjetivos aun delatan mi prejuicio, ya confirmado). "Lee el artículo ;)", me sugiere mi amiga.

Hace unas horas dejé el prejuicio de "sé por donde va ese artículo" y lo leí. Lamento confirmar que mi prejuicio no andaba tan fuera de lugar. El autor suma una serie de clichés sobre autopublicación, promoción en redes sociales y autoayuda. Y leyéndolo tuve la sensación de que mucho de lo que señala lo había leído en otros artículos con títulos iguales de rimbombantes y egocéntricos.

Que una persona asuma que inventó el agua tibia y la verdad última sobre "el éxito de un escritor en internet" me da siempre mala espina. O peca de inocente o asume que los demás lo son o, peor, se cree el cuento de cabo a rabo. 

Pienso que la vida no tiene recetas, y de manera consecuente, las distintas facetas de la vida tampoco. Ser escritor no es un asunto de asumir una "auténtica fórmula", como una especie de brebaje existencial irrebatible y absoluto. De hecho, nada en la vida lo es. ¿Qué le hace pensar a alguien que así lo sea?

Listas de recomendaciones de cómo escribir hay por decenas. Ahora lo que esta de moda es hacer listas de recomendaciones de cómo escribir ("fórmulas auténticas") para ser un "escritor exitoso" en internet. Y va la pregunta: Un escritor, ¿nace o se hace en internet?

Las redes sociales, la autopublicación (sea en blogs, en Amazon, en Issuu..), los libros digitales (gratuitos o de venta), promocionarse, los poetuits, los post cast, Youtube....en fin, las herramientas que nos da internet son útiles, tan útiles como lo fueron en su momento herramientas como la maquina de escribir, la imprenta, el lápiz. Son herramientas, no formulas mágicas de talento.

Porque, creo, ahí está el asunto. Talento. Talento pare escribir, para bien escribir, y formación para que ese talento rinda frutos. Formación es leer, trabajar con las palabras, repetir una y otra vez, corregir, pulir, botar, volver a empezar, dejar de escribir y leer, volver a escribir.

Me pregunto, ¿vale tener todas las herramientas, saberlas usar, crear una burbuja con ellas, un apariencia, un "bulto" de escritor sin tener talento para ser escritor o, peor, sin formar ese talento? Pues no creo que sirva de mucho. 

Pero como no creo en las recetas para la vida, ni para la escritura, puedo estar equivocada.

De paso, y por casualidad sobre el tema, hoy estuve leyendo un artículo sobre la poesía en internet. El artículo, publicado en el periódico El País de España tiene un título muy poco creativo, pero un contenido bastante interesante (todo lo contrario al artículo de "fórmula auténtica" que motivo este post). Lo comparto.

La poesía estalla en las redes

Miles de jóvenes se apuntan a un género que ha encontrado una nueva forma de difusión fuera de los salones. La nueva poesía vive entre tatuajes y YouTube.

No son cantantes, ni presentadores de televisión, sino poetas. Es elúltimo domingo de la Feria del Libro de Madrid, y las vallas están fuera para ordenar la fila, que apenas empieza a formarse junto a la caseta donde firmarán. Cristina, de 17 años, descubrió los versos de Escandar Algeet en un vídeo de YouTube —“es romántico y ha sufrido por amor, pero no es ñoño”, dice para explicarse—, ha venido temprano, a pesar del calor, con su amiga Silvia, esa que busca poemas para descargar —“incluidos Bécquer y Neruda”—. La cola frente a la caseta crece, la mayoría son chicas,groupies poéticas que con sus móviles y a través de las redes diseminan y comparten versos y fotos. Silvia y Cristina han logrado sacarse una con el autor de Alas de mar y prosa,un palentino que estudió cine y arrancó escribiendo en un foro del grupo Extremoduro de forma anónima, antes de caer en un bar de Malasaña, Bukowski, donde el propietario, Carlos Salem, organizaba lecturas de poesía a las que cualquiera podía sumarse. Seis años después su poemario va por la quinta edición y se ha convertido en el superventas de laeditorial Ya lo dijo Casimiro Parker. Este sello, con un catálogo de 20 libros, lo puso en marcha otro poeta que frecuentaba el bar, Marcus Versus: “Hace seis años llevábamos los ejemplares a cuestas para intentar colocarlos en las librerías y hoy nos llaman para pedirlos. Es un cambio positivo y lo será aún más si ayuda a despertar interés por otros autores”. Seguir leyendo