marzo 16, 2009

Francisco Ayala


El mundo literario tiene sus buenas y grandes noticias. Hoy celebro una buena. Es el cumpleaños del escritor Francisco Ayala. Hasta aquí no se ve la gran importancia, pero lo bueno de esto es que hoy Ayala cumple 103 años. Según él, en varias entrevistas que le han hecho en estos días, 103 años bien vividos

Lo mejor de Ayala es que, como ha confesado, no es un escritor varado en el pasado. Una de las notas más agradables de su cumpleaños 103 es que...tiene un perfil en Facebook. Para algunos, algo increible. Para mí, una razón más que me dice que la vejez de los días no se cargan en los años sino en la actitud hacia la vida

Aún no leo nada de él y su referencia me llega precisamente por su cumpleaños, pero leyendo sobre él me encontre con una frase que me parece excelente para iniciar la semana, al menos literariamente hablando: "La vida es una invención, y la literatura, memoria perfeccionada".

Interpretaciones (fragmento)
"El arte, como proceso espiritual, como actuación, consiste en desprender de la realidad una apariencia orientada por la brújula del sentido estético, no de otro modo que la máquina del fotógrafo desprende una apariencia exactísima, y, sin embargo, independiente, de los objetos colocados en su campo. El toque del arte consiste en herir a la Naturaleza en su talón de Aquiles, en ese punto vulnerable, sensible, cuyo contacto -así también en la mujer; así en la caja de caudales- basta a lograr la apertura de su entraña estética. (...)
Nos ha tocado a nosotros sondear el fondo de lo humano y contemplar los abismos de lo inhumano, desprendernos así de engaños, de falacias ideológicas, purgar el corazón, limpiar los ojos, y mirar al mundo, con una mirada que, si no expulsa y suprime todos los habituales prestigios del mal, los pone al descubierto y, de ese modo sutil, con sólo su simple verdad, los aniquila. "

marzo 08, 2009

Eva



Eva
Es la última vez,
te dices,
mientras recoges los pedazos de alma
esparcidos en el lustrado piso de tu cárcel.
Hoy eres, Eva,
lo que nunca quisiste ser
un manojo de suspiros enlatados
mendigando las voces
que se escurrieron en tus manos
sin importar el reclamo
de tu malgastado deseo.
Quisieras escapar,
Eva,
de ese oprobioso desdén de sus ojos
pero te atan a las cadenas del espanto
que amarran las flores
al regazo gastado de tu primavera
y cuando acaricias ese horizonte
posado inocente en tu pecho,
renuncias a tu voz.
Eva,
dejas tu vida en un andén
y apuestas a la nada.
Tal vez,
un día empeñaras tu llanto
para comprar tu trozo de libertad.
Tal vez,
un día terminen tus horas enlutadas
cuando tu carcelero,
en un ataque de su ominoso amor
apague tu agotado cirio.


*Foto: Malafoto