diciembre 30, 2019

Los libros del 2019

Hola.

Con el espacio algo abandonado, pero siempre de vuelta.

A poco de finalizar el 2019 me detengo en los libros que leí en este año y que formó parte de mis listas en el Bullet Journal que por primera vez llevé y un sistema que me gustó tanto que seguiré con él en el 2020.

Una de las cosas que me di cuenta llevando la agenda diaria en Bullet Journal es que leo menos de lo que creía, o sea, leo menos libros ante la cantidad de películas, documentales y series. Una de mis metas es equilibrar un poco esta balanza.

Y estos fueron mis libros del 2019.

1) La conciencia uncida a la carne. Diarios de madurez. Susan Sontag (516 páginas)
Leer un diario es leer lo que un escritor quiere que se sepa de él, a la manera que ese escritor o escritora quiere presentarse. ¿Tomar con pinzas? Sí, a pesar de que en el prologo, escrito por su hijo David, se anuncie la sinceridad de lo expuesto por Sontag.

Sontag es una genial ensayista, he leído dos de sus libros de ensayo, y su diario (este segundo, porque hay un primero y un tercero, agendados para 2020) tiene mucho de ensayo. No obstante, tengo que destacar la manera en que reseña. No es un diario de poner día en que se escribí y enumerar hechos o situaciones, es un diario de anotaciones reflexivas, de pareceres muy ligados a sus lecturas y escritura. Además hay una auto reflexión muy marcada sobre su madre, su familia, su maternidad y su impresiones ante la mirada de los demás, desde sus lecturas, al mundo.

"La mano derecha = la mano agresiva, la mano que masturba. Por ello, ¡preferir la mano izquierda... ! ¡Para idealizarla, para volverla sentimental!"

2) Operación Masacre. Rodolfo Walsh. 236 páginas
Era una lectura pendiente desde hace varios años. El periodismo es un ejercicio que asume riesgos cuando lo que se devela es un hecho o verdad incomoda para el sistema de cosas que impera en un país o región. Walsh se arriesga a contar una historia, unos hechos, y lo hace halando un primer hilo que ha primera vista parece solo un comentario sobre una situación fuera de lugar, extraña, pero que ha medida que investiga descubre un trama de impunidad y terror político de proporciones gigantescas.

Me gustó mucho la manera en que se cuenta, en que se relata esta historia, del trato como periodista que hace de los involucrados y de sus reflexiones al final de todo este proceso, y de las dificultades que tuvo no sólo para publicar la crónica, sino las que enfrentó luego de ser publicada.

Un libro necesario de leer en todas las épocas y en todas las sociedades para entender la importancia del periodismo bien hecho y de las circunstancias contra las que hay que luchar en las sociedades para rescatar y mantener los derechos que nos dan libertad.

"Nicolás Carranza no sera feliz, esa noche del 9 de junio de 1956. Al amparo de las sombras acababa de entrar en su casa, y es posible que algo le mordiera por dentro. Nunca lo sabremos del todo. Muchos pensamientos duros el hombre se lleva a la tumba, y en la tumba de Nicolás Carranza ya está reseca la tierra".

3) Crónicas de Altocerro y Los algarrobos también sueñan. (Cuentos y novela corta). Virgilio Díaz Grullón. 183 páginas
Fue una relectura, a propósito de que este año la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo fue dedicada a este escritor. Buenos cuentos, alguno de ellos crípticos. Me pareció, como me pareció en la primera lectura, que tiene una marcada influencia de Jorge Luis Borges.

La novela corta que incluye esta edición es como un cuento alargado, quizás un intento del escritor de hacer un relato más largo, pero sin duda su fuerte fueron los cuentos. Para mí, uno de los mejores cuentistas de República Dominicana, al menos de los que he leído.

4) Un día cualquiera (Cuentos. Reedicción primera edición de 1958). Virgilio Díaz Grullón. 123 páginas
En este libro se reunen los cuentos que publicó en 1958, una reedición que rescata los dibujos que acompañaron cada cuento (hermosos). Varios de los cuentos los había leído en el libro de Crónicas de Altocerro, pero aquí ha unos que leí por primera vez, la mayoría de estos muy enfocados en el microcosmo familiar, bajo un mundo fantástico y a veces fantasmagórico. Lectura muy recomendada.

5) Estilos Radicales (Ensayo). Susan Sontag. 340 páginas
Sontag es buena ensayista, con múltiples referencias y profundas reflexiones, a veces desde puntos de vista que hace difícil comprender si no tienes al día las referencias a las que ella acude. Como fue un conjunto de textos escritos en la década de 1960 tuve que recurrir bastante a la búsqueda de referencias en Google de películas, autores, libros y situaciones históricas, por lo que fue una lectura que me deparo mucho aprendizaje. Sus textos se enfocan mucho en el análisis de cine. Muy recomendable.

"Mientras el ojo humano mire, siempre habrá algo para ver"

6) En América (Novela). Susan Sontag. 508 páginas
Como se darán cuenta a esta altura de la lectura, leí varios libros de Sontag este año, Una novela que me pareció interesante y me cautivó en varios momentos. Una historia bien contada de la transición de una actriz inmigrante de una realidad a otra y los cuestionamientos que surgen en esa transición. Densa por momentos, y por otros muy descriptiva.

7) Beloved (Novela). Toni Morrison. 311 páginas
Tenía el libro en digital desde hace tiempo, y tras un regalo de una tableta y la muerte de Morrison... pues la leí.

Maravillosa.

Es un un viaje genial al interior del sufrimiento, la identidad y la magia cultura que envuelve a los afrodescendientes en Estados Unidos. Y dentro de ello, una critica desde la anulación y la redención. Una novela con varias lecturas, porque también está la más íntima, la que toca de manera personal y revela nuestro propio sufrimiento, identidad y magia.

"Siempre que lo muerto vuelve a la vida, duele"

8) Otoño y poesía y otros poemas (Poesía). Juan Sánchez Lamouth. 217 páginas
Y terminé el año leyendo un libro de poesía, una antología de Juan Sánchez Lamouth. Si me preguntan, diría que este poeta tiene profundidades que te ahogan y te devuelven a otra vida, a una visión de lo que te rodea impregnada de esa rara esperanza triste. Escribe, o escribía, de una manera que evoca la sencillez para elevarla a las nubes.

Claro que su poesía tiene elementos recurrentes: el mar, la rosa, la primavera, el otoño... algunos clichés, diría, pero que en el conjunto no se perciben como tales.

Descubrirlo más allá del mito, del personaje de alcohólico y errante que se le ha señalado siempre, y hacerlo desde su poesía me recordó lo de siempre: que su poesía es suficiente para apreciarlo como un poeta que vale la pena leer y releer.


Para el 2020 tengo muchos libros, como siempre, aunque creo que daré prioridad a la lectura de un tema particular: la maternidad en la literatura.

Feliz y prospero 2020. Les deseo buenas lecturas.