Este blog es mi primera habitación propia.
Diecisiete años, como diecisiete estaciones habitadas, en las que he mudado mis yos a través de muchas palabras.
Curioso que la entrada más visita es una sobre un paseo por librerías en Barcelona.
Ayer, me escribió alguien, la segunda persona, que me pidió permiso para usar un poema publicado en este blog, con el fin de acompañar una imagen o un dibujo. Un poema que escribí, creo, pensando en una escena mil veces vista, sobre un banco vacío.
Mi texto más apreciado de esta habitación propia es uno sobre Rayuela.
A los que siguen leyendo por aquí, gracias.
Mi habitación, la física. |
2 comentarios:
Yo no me recuerdo cómo llegué a tu espacio en esos días en que había una fiebre de blogs, pero no creo que hacía mucho que lo habías creado, y sigo visitando aunque en estos días ya no regresamos a estos lugares con la frecuencia de antes. Para mí lo más interesante de esta experiencia de los blogs ha sido las conexiones duraderas y significativas que se forjaron a través de ellos, y que continúan para los que nos tomamos esto de escribir en serio.
Hola, Víctor. Muy certero lo que comentas. Al final, estos espacios sirvieron para eso, para hacer estos lazos con gente que al igual que uno está interesada en la escritura, en la literatura. Uno de esos lazos que más aprecio es el tuyo. Mira, que no nos conocemos en persona, y sin embargo tenemos un experiencias gratas de compartir lo que nos apasiona y nos gusta gracias a que un día conocimos nuestros blogs. Un abrazos.
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