mayo 13, 2014

Y antes de hablar de la Feria del Libro...

Han pasado varios días de finalizada la Feria. Tengo mis apuntes sobre el recital de Ernesto Cardenal, a quien no pude entrevistar. De hecho, nadie pudo entrevistarlo, fuera de una entrevista hecha para las publicaciones de la Feria Internacional del Libro. Ya escribiré sobre ello.

Este año, contrario a otros, estuve muy alejada de las actividades. He llevado más pendientes algunos debates sobre la necesidad de repensar la Feria del Libro, sus espacios y objetivos. En especial luego que el centro físico de la Feria se centrará en un stand del Ministerio de Educación, una replica de su sede central de más de 18 millones de pesos.

Como sabrán, en la Feria de Libro fue presentado mi poemario Arraiga, ganador del Premio Poesía Joven de la FIL 2013. En estos últimos días un percance relacionado a la imagen utilizada para su portada por la Editora Nacional me ha dejado sorprendida. Al parecer la Editora Nacional no contactó en ningún momento a la creadora de la imagen, una joven artista mexicana llamada Mariana Palova. Lo supe por ella, cuando me respondió un correo electrónico en que le solicitaba una entrevista para este blog. Ahora estoy esperando que la Editora Nacional y Mariana lleguen a un acuerdo sobre el uso de su obra.

Y mientras encuentro un espacio para hablarles sobre el recital de Cardenal y lo que pienso sobre las criticas, buenas y malas, de la Feria del Libro de este año, les dejo un artículo del 2008 que publiqué en el desaparecido Clave Digital sobre la literatura caribeña, año en que la Feria Internacional del Libro estuvo dedicada a los países del Caribe.

Rooney Sainteldi, poeta y editor. Foto Argénida Romero
La literatura caribeña: entre la soledad y el encuentro

Argénida Romero/Clave Digital

SANTO DOMINGO, DN/República Dominicana.- África yo he guardado tu memoria/ África, tú estás en mí/ como el rascajo en la herida/como un fetiche tutelar en el centro de la aldea/, cantaba el escritor haitiano Jacques Roumain en su poema Madera de Ébano al tratar de describir la polifacética y rica esencia del ser y sentirse caribeño.

Este sentir de ritmo y colores es el principal protagonista de la XI Feria Internacional del Libro 2008, evento en el que los países agrupados en la Asociación de Estados del Caribe son los invitados especiales.

El pabellón Caribe en Creación es el espacio creado para reunir un poco de todo el sabor literario que reúne esta región.

"Queremos que este espacio mantenga la tradición oral del Caribe, como cuando la gente se reúne debajo de un árbol en la tarde, en una plazoleta, y habla", dice la coordinadora de este pabellón, Delia Blanco.

Explica que durante las dos semanas de feria se mantendrá un amplio programa de tertulias y conferencias que tratarán temas referentes a la realidad literaria y cultural del Caribe.

Para Blanco es necesaria una reflexión en torno a la particular diversidad caribeña, con el fin de fortalecer los lazos que unen y superar las diferencias que separan.

El Caribe: Una suma de soledades
"La historia de la literatura del Caribe es la historia de un gran mal entendido, es la historia de una cantidad de soledades", considera el poeta y editor haitiano Rooney Sainteldi.

En visita al pabellón Caribe en Creación el director de la editora Memoire D'Encrier, con sede en Canadá, habla con reporteros de Clave Digital sobre la mágica diversidad cultural de los países caribeños.

La visión del imaginario caribeño –dice- es una condición común en los escritores de la región, particularidad que cruza las fronteras marinas y traspasa las barreras lingüísticas, por lo que asegura es importante que los escritores isleños promocionen espacios donde de encuentro e intercambio."La gran idea de todos estos encuentros es que podamos pensar como cruzar las barreras y los obstáculos que nos dividen, y que nos planteemos como estar juntos de verdad en esta gran realidad caribeña", sostiene.

RD y Haití, en la búsqueda un puente literario
A pesar de compartir una misma isla, la historia literaria de República Dominicana y Haití ha sido un camino marcado por un desinterés mutuo, pero con puntos de encuentros luminosos.

Sainteldi considera que en la actualidad esta realidad debe ir cambiando a partir del esfuerzo de los escritores de ambos países, crear un puente entre dos mundos literarios que –asegura- tienen mucho en común.

El primer paso esta en proceso. "Delia Blanco y yo intentamos trabajar sobre un proyecto para hacer una antología literaria de la isla, de los dos lados. Una antología de la gran tierra, que sea en francés y en español y que va a agrupar autores de ambos países.

De su lado la coordinadora del pabellón Caribe en Creación reconoce los esfuerzos hechos en República Dominica para dar cabida a la literatura haitiana.

"Escritores como Jacques Stephen Alexis y Jacques Roumain han sido conocidos en los años 70 y 80 gracias a los intelectuales dominicanos progresistas", explica.

Recordó que un proyecto en ese sentido llevado a cabo por la Editora Taller permitió a muchos dominicanos leer en español las obras Compadre General Sol, de Stephen Alexis, y Los Gobernadores de Rocío, de Roumain.

"Hubo toda una generación de dominicanos que le han dado cupo a esos grandes escritores haitianos y que este mismo esfuerzo ha sido continuado hoy", asegura.

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