enero 01, 2009

13

A Sorangel


Tenía trece

hablaba de las hadas sin magia o de soles perdidos

mientras recogía flores marchitas en las esquinas.

Era casi mujer

incipiente mujer que reía y bailaba

presagio de días sin muñecas

mujer, casi mujer

pero aun era la niña

dos colas de caballo

dibujando esperas en el pupitre.

No creía en príncipes ni en sapos

no había leído a Shakespeare,

creía (porque algo había que creer)

en los cuentos mal contados de sus libros de historia

en el olor a verano tallado en las calles

en los rezos eternos de la abuela

y en sus pasos, sus pasos presurosos

camino hacia la nada,

la nada que tocó su puerta

una noche de tristes profecías

marcando el punto final de sus soles perdidos y sus hadas sin magia.

Tenía trece

nunca pensó en el mañana.



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El primer poema del año. Algo triste, quizás. Lo termine de escribir hoy. Por lo demás, los mejores deseos para este nuevo año a ustedes, los lectores de estos suspiros poéticos.





















5 comentarios:

Miguel Rojas dijo...

De verdad muy triste.......me identifique en algunas cosas en version niño :(

Pero realmente la vida es una balanza, lastima que a algunos le toquen estas situaciones.......

Rosa ha expresado con sus hermosas letras como esta niña se nos fue de este plano.......

Víctor Manuel dijo...

Pues yo pienso que es una buena forma de comenzar el año.

Anónimo dijo...

A los trece tambien crei empezar a perder la inocente dentro de mi.

Y ahora a los 25, me doy cuenta de q soy mas inocente q antes (y q lloro mas q antes)

Patricia Báez Martínez dijo...

Interesante manera de romper el estigma del número 13. Buena luz para este nuevo año.

Argénida Romero dijo...

Miguel: La vida es triste también.

Víctor Manuel: tú crees? Pues te creo.

Dahiana: La historia es una red y no una vía.

Patricia: Si, es un número con su estigma cabaloso...pero un número en fin. Buena luz también para tí.