agosto 12, 2014

Histeria


El arco de la histeria. Louise Bourgeois.


Me sobrevivo, me sobrevives, nos sobrevivimos


y tus piernas son el ancla de la marea


la única sombra visible en esta cama a la deriva

donde soy caracol.

4 comentarios:

Orlando Muñoz dijo...

¡Excelente, amiga!

Argénida Romero dijo...

Gracias, querido Orlando. Espero verte pronto.

Joselu dijo...

Cuando leo un poema percibo con rapidez si hay algo dentro de él, si hay imágenes sugerentes, si es poético. Yo no te había leído, pero al ver tu primer poema advierto que me atrae, que me seduce, que me retiene en esas piernas que son el ancla de la marea, como las las que yo aferro en noches de tormenta, o a las que uno mis brazos enamorados cuando voy a la deriva y no sé siquiera si soy caracol o insecto extraño que no sabe quién es.

Argénida Romero dijo...

Joselu:

Me recuerdas la historia de Samsa.

En algún momento todos somos insectos, o nos sentimos como tales. O quizás llevamos dentro de nosotros nuestra vocación a ser insectos.