Hay que celebrar la alegría que no ha llegado
prepararle la cuna, junto a la ventana sin rejas,
inventarle una canción
acariciarla cuando al fin llega
hacerle reverencia
tomarle fotos
sacarla a pasear
multiplicarla
ir con ella por las calles
convencerla de quedarse
martillarla en las paredes
sembrarla en las fisuras que destapa el ruido
contagiarla
montarle guardia de honor
regalarle las iglesias vacías
agradecerle la presencia
descomponerla
mirar su misterio
coser su sombra a nuestra espalda
para cuando se vaya
poder sonreír.
Dibujo de Guadalupe Haedo. http://guadalupehaedo.blogspot.com/ |
4 comentarios:
Bella poesia.
Que bonito es tener una madre poeta que nos dedique poemas desde que somos capaces de ver nuestro primer rayo de luz!
Saludos, feliz año!
Me recuerda la canción/poema aquel de que hablábamos. Pero, como insinúa el comentario anterior, sé que tienes tu propio motivo para la alegría.
Gracias Antonio.
Engels...que te digo :) Felicidades por el nuevo año. Nuevas historias, nuevos viajes, pura vida.
Víctor: las cosas van y vienen. Nada nuevo bajo el sol, aunque como dices,cada quien tiene una alegría diferente a la que reverenciar.
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