septiembre 19, 2011

Lectura abandonada


Este mes he decidido dejar un libro a la mitad. Su lectura se me hacia insufrible y aburrida.

Es la última novela del Premio Nobel del 2010, Mario Vargas Llosa. De él sólo había leído una obra "La Fiesta del Chivo", la que me resultó entretenida y cuya construcción de sus personajes me dejo un buen sabor en la memoria, eso sin contar con el interés por la cercanía de la historia a la realidad del país donde vivo.

Pero "El sueño del Celta" es la historia más plana e insípida que he leído en lo que tengo memoria. Su protagonista, Robert Casemet, parece estar ofreciendo un informe laboral a un superior sobre su vida.

Se salva el primer capítulo, cuyos primeros párrafos te hacen creer que estás en la antesala de una historia interesante. Pero lo que sucede en los siguientes capítulos es una sopa de hechos que no despiertan ningún sentimiento, ni admiración, ni sorpresa, ni intriga...nada, de nada.

Lo abandoné. No pude más. No se lo recomiendo ni a mi peor enemigo.

3 comentarios:

Víctor Manuel Ramos dijo...

Argénida, ya habíamos intercambiado algunas letras sobre esto, pero aprovecho tu comentario para seguir. Yo leí esta novela hasta el final, pero fue una lucha y casi una prueba de mi resistencia como lector. Reconozco el mérito del libro en que Vargas Llosa completó una investigación exhaustiva para escribir este libro y en que los temas tratados son muy serios. Pero el problema mayor que encontré con esta novela es que se convierte más en un informe sobre los abusos del Congo y el Amazonas, y por tanto una condena contra la explotación y la esclavitud, que en una narrativa novelesca. Los personajes se quedan bastante planos y la atención a otros elementos descriptivos de la narración es mínima. Pocas veces logré situarme en los lugares donde se da la narración y mucho menos visualizar con claridad a los personajes. De hecho, el personaje que me pareció mejor pintado fue el carcelero de Casement, que es de importancia menor en la novela. Vargas Llosa merece reconocimiento, pero esta novela es un ladrillo.

Argénida Romero dijo...

Primero, te felicito por tu capacidad de aguante literario, amigo. Uff...

Lo de la investigación que mencionas es evidente, y no se puede menoscabar ese esfuerzo, pero definitivamente Vargas Llosa perdió el tino literario, la magía...no sé. Es tan lineal y aburrida...tan hosca, tan insipida.

Lo bueno es que el hombre ha escrito cosas muy buenas, buenísimas, excelentes. Este ladrillo se lo podemos perdonar. Pero que no lo vuelva a hacer!!!! jejjeje

Franklin P dijo...

Errr diablo.