Los que me conocen saben que no suelo hacer referencia en este blog de mi vida personal. Sin embargo, y siguiendo el sentimiento que me despertó este poema y el ego del amor que aun me tiene ruborizada, quiero compartir con ustedes unos versos libres (no sólo de la rima métrica sino también libres para hablar hermosamente) del compañero que comparte mis días.
Te recordaré un lunes
A Argénida Romero, por lo difícil que suelen ser los lunes entre nosotros.
Aún cuando me dejes te recordaré
recordaré las maneras de mirarte
los estragos en la piel,
el cansancio de los dos en el baño
mientras me esperas soñolienta junto a la puerta.
Te recordaré en el silencio de esta sala,
cada vez que regrese a buscarla
encontraré trazos de tus besos,
la desvergüenza de tu cintura,
incluso el olor de tus pies.
Recordaré cada palabra que me brindes
no importa la cantidad de veces
que hables de la iglesia o de la ciencia
escéptica o carismática;
sobreprotectora o vulnerable
igual te recordaré.
Memorizo cada encuentro con paciencia
guardando entre canciones tus labios,
pulsando los silencios que te buscaron
cada mañana que te regresas a casa
ahí, cuando entre sueños, empiezo sin salida
a recordarte.
Te recordaré porque es justo.
Waldo Rincón
6 comentarios:
Eso es lo que se llama una relación lírica. Saludos Argénida.
Hermoso poema y que bueno que lo compartiste.
Abrazos.
Víctor: Definitivo.
Clarice: Verdad? Hermoso :) No soy dada a exponer mucho, pero con este poema no pude evitarlo.
Gracias a ambos por pasar.
"del compañero que comparte mis días"?
Entonces tú y Waldo??
Franklin: Comprometidos :)
Pues muchísimas felicidades a los dos. Y la mejor de la suerte en este negocio peligroso de entregarse el uno al otro.
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