noviembre 14, 2007

Preámbulo

Foto: Argénida Romero


Ahora, luego de restar las gotas escurridas por la ventana y cancelar el murmullo del viento bajo la almohada, sigo aquí. Adverbialmente reposada en este instante, desatada del rumor que reposa en el calendario.

Rebelde de la causa que martilla la sombra del camino, conquisto este breve suspiro de luz que despierta mis labios y acaricio, irreverente, el destino indescifrable que se acomoda en los puntos suspensivos sobre la mesa.

3 comentarios:

Wasarry dijo...

Y te creo....

Anónimo dijo...

“La iniciativa les llega a los que saben esperar”...........Anda pal carajo mire lo que me han hecho!

ALEJANDRO MUÑOZ ESCUDERO dijo...

Hola Argénida, que hermoso y sentido comentario dejaste en mi blog. De verdad percibí mucho sentimiento y una extraordinaria humanidad.

Es cierto que la vida o mejor dicho, el ser humano, me dio un duro golpe, sin embargo aprendí que Dios, el amor propio y la voluntad, pueden levantarnos de la peor caída.

Fuerza amiga mía. Posees juventud, inteligencia y belleza y no me cabe duda que tienes voluntad para salir adelante a pesar del cualquier adversidad.

Te dejo un abrazo fraterno y todo mi cariño.

Que Dios te bendiga,

Alejandro