Guerrilleras de la cotidianidad, armadas de dulces terquedades para sobrevivir a sorbos de sonrisas y lágrimas. Compositoras de esa melodía que permite al mundo sostenerse en su eje.
Costureras de las heridas de la historia. La sombra, cada vez más luminosa, de los aplausos de los siglos. Indispensables en las derrotas, necesarias en los triunfos. Silenciosamente audibles en el eterno suspiro de los días y en el insomnio de las noches.
Mitad y complemento. Santas y pecadoras. Libres y esclavas. Hechas y deshechas. Pero, ante todo, hacedoras de la magia que sostiene la verosimilitud de los sueños.
Costureras de las heridas de la historia. La sombra, cada vez más luminosa, de los aplausos de los siglos. Indispensables en las derrotas, necesarias en los triunfos. Silenciosamente audibles en el eterno suspiro de los días y en el insomnio de las noches.
Mitad y complemento. Santas y pecadoras. Libres y esclavas. Hechas y deshechas. Pero, ante todo, hacedoras de la magia que sostiene la verosimilitud de los sueños.
*La fotografía corresponde a una escultura hecha por Miguel Mella y forma parte de la Plaza Taina (Jarabacoa, provincia La Vega). Foto: Argénida Romero.
2 comentarios:
Vanesa
esas son las misma muejres maltratadas, oprimidas, humilladas por la propia sociedad y a veces la propia familia. pero estas son nuestras madres, hermanas, esposas y amigas, las verdaderas fuertes y optimistas, educadoras y perceverantes. asi continuan esas mujeres como las llamas guerrilleras
Hola,escribes con mucho calidad humana .ÈXITOS en tu diario.
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