junio 30, 2015

Critica desde la "fermosura" a Arraiga

El libro, en su segunda edición por Cielonaranja, está disponible en Amazon.


El escritor Rey Andújar se tomó un tiempo para leer a Arraiga.

No quiero comentar mucho, porque creo que Andújar dice más de lo que podrías decirles del libro. Y esto no es extraño. A veces, como autora, no se mide (y no hay manera de hacerlo) una intensión de reacción ante lo que se escribe. Es imposible adivinar la sensibilidad que intercambiará un lector con un texto. Ahí radica, quizás, uno de los principales motores de la literatura, y su permanencia en nosotros.

Eso supongo.

Los dejo con Andújar y la "hermana=fermosura".

"El poemario se destaca por la fidelidad con que persigue el concepto familiar. Se trata de establecer discusiones acerca de la caducidad del concepto de la familia como núcleo; lo anterior no es necesariamente negativo, es un derivado del comportamiento del ser en una sociedad en constante búsqueda del progreso. El asunto es dejar claro que la manera de cuestionar la modernidad se funda en los primeros misterios. Argénida, con notable voz, recrea constelaciones desde cosas simples y esenciales: una falda manchada, un ruedo descosido, una costilla, una mecedora, un seno y una palabra. Las menciones a la muerte no tienen un tono triste, ni siquiera solemne; la muerte es suceso único y como elemento consolador ante la congoja, siempre existirá la palabra: una forma viviente para el lenguaje de amor. El puente que anula nuestra soledad". Seguir leyendo


junio 10, 2015

El año de lecturas dominicanas II

Continúo con mis lecturas dominicanas.

Luego de leer la novela "Judas", de Marcio Veloz Maggiolo, me embarqué en los cuentos de Hilma Contreras. Descubrí, de paso, que tenía dos libros idénticos de sus cuentos, las mismas compilaciones, pero de editoras diferentes. Regalé uno.

Descubrir a Hilma Contreras fue darme cuenta que la literatura dominicana esta llena de tesoros, los cuales lamento resulten desconocidos para muchos lectores más jóvenes, y peor aun, para algunos escritores.

Uno de sus cuentos más cautivadores, de los que leí, fue "La Espera".


También di espacio al ensayo. Aquí releí, pues lo había hecho antes pero a saltos y sin mucho interés, el libro "La escritura como opción ética", de la escritora Angela Hernández.

Tal y como ella misma lo confiesa en la introducción del libro, son reflexiones inconexas, reunidas más que nada bajo el tema de la mujer y del tema ético de la escritura. De este texto rescato las referencias, en especial las relacionadas con las poetas de la llamada "Generación del 80", de las que llamó poderosamente mi atención Aurora Arias; y el texto sobre Salomé Ureña de Henríquez, quien es expuesta de manera muy distinta a la que muchos asumen, la de la mujer sumisa. Hernández la revela no solo como escritora, sino como luchadora y enfrentada a su esposo desde sus criterios. Desde se día estoy interesada en conseguir el "Epistolario de la Familia Henríquez Ureña", creo que publicado a finales de la década de 1990.

La primera lectura de poesía la dediqué al poeta dominico haitiano Jacques Viau y su "Permanencia del llanto", una lectura que me marcó, me "revolteo", me traspaso como esos veranos iracundos y huérfanos de mi infancia. Y ese fue el primer paso para decidir embarcarme en una investigación sobre Jacques, el mito, para reconstruir al Jacques, humano. Un viaje de más de tres meses que resultó en una serie de tres entregas en Diario Libre.


Soltado el barco de Jacques Viau pase a escritor y publicista Enriquillo Sánchez. Y comencé con una relectura de sus artículos reunidos, que fueron publicados en el periódico Hoy bajo el título "Devo[ra]ciones".

Compartir muchos de los juicios y sentencias de Sánchez en las redes sociales me ha regalado las mejores discusiones de este mes, en especial por su línea conservadora en sus análisis, con propuestas de reflexiones bastante arriesgadas, como la de plantear como polos que definen la dominicanidad al dictador Rafael Leonidas Trujillo y al ideologo de la independencia dominicana, Juan Pablo Duarte. Y más, ambos polos erigidos por Joaquín Balaguer (y me pregunto si es que no se le ocurrió pensar que el "ser dominicano" está también definido por otros aspectos).

Me aconsejan los más leídos que sus poemas y cuentos son otra historia, y de mayor disfrute y menos dilema. Así que desde que devore y haga (des)devoción las a veces no tan frescas reflexiones de Sánchez, me refrescaré en su poesía y sus cuentos.