Homero Pumarol. Homerito, le dicen. Confieso que mucha de su primera poesía no me gusta. De los primeros poemas que conocí de él hace unos años me encantó "Jack Veneno ha muerto". Seguí su primer blog, Hugo de China. Escogía lo que me gustaban, como todo lector.
Fue diferente cuando lo vi en persona, presentando El Hombrecito con el poeta Frank Báez. Algunos de sus poemas siguieron sin gustarme, pero descubrí otros que siguen anotados, acariciados y queridos.
Su poesía, según lo que siento de ella, es la que dicen se inscribe en lo que definen "poesía urbana", una definición que no me dice nada. Sobre las urbes se ha escrito desde hace mucho (tomando el concepto de manera literal), y ese estilo directo, con metáforas cotidianas y explosivas, no es una novedad (tomando el concepto que dicen que encierra). En este punto recuerdo a René del Risco. Pero si algunos quieren verlo como el agua hervida recién inventada, pues nada que decir.
De Pumarol y los poemas de él que me gustan les puedo decir que abren como dagas en la cotidianidad, pero no para decirnos lo mismo que dicen los carteles de anuncios en las calles, ni para reiterar el discurso maniado de los comerciales, ni para construir un circulo de muchas palabras que podrían resumirse en dos. No. Es una daga que hace concreto lo que no palpas y te hace plantearte preguntas, y te acongoja, y te presenta el día pegajoso entre las manos y te da una bofetada. Y te ríes o lloras...o ambas cosas.
Eso es la poesía de Homero para mí, de los poemas de él que me gustan. Hace casi dos años tuvo un accidente, del que muchos pensaron no se recuperaría. Pero lo hizo. Cuando lo volví ver, hace unos meses, en una nueva presentación de El Hombrecito, lloré de felicidad y de una congoja nostálgica. Ahora tiene otro blog, Ya estuvo bueno.
Soy una llorona.
Sobre la poesía reunida de Pumarol el escritor Frank Báez hizo una reseña donde dice a su manera lo que es Homero para él, una manera que me regaló el texto más fuerte y hermoso de este fin de semana y que terminé de leer llorando, pero no de tristeza, sino de algo que quizás Homero podría describir en algún poema. Aquí se los dejo.
LITERATURA
Una amistad literaria
PUMAROL ES UNO DE LOS POETAS DOMINICANOS MÁS IMPORTANTES E INFLUYENTES DEL CAMBIO DE SIGLO
Frank Báez
Santo Domingo
Empezó a principios de la década pasada cuando una muchacha bonita y bien vestida se apareció con un librito de un joven poeta al taller literario que yo frecuentaba.
Su presencia resultó llamativa, sobre todo por el hecho de que era mujer y de que muchos de los talleristas estaban más interesados en ligar que en compartir sus poemas. Seguir leyendo