Todo es lo que queremos que sea
sin conocer lo que realmente es.
Vana completud de la esencia
que nunca se deja aprehender.
Simple inocencia
creer ser lo que somos
cuando nada es lo que pretende ser,
más cierta es la mascara que el rostro
en este confuso teatro.
Tal vez no es real lo que toco
quizás sea más cierto lo que no puedo ver.
Eterna ignorancia de lo que conozco
resignación de lo que no puedo conocer.
sin conocer lo que realmente es.
Vana completud de la esencia
que nunca se deja aprehender.
Simple inocencia
creer ser lo que somos
cuando nada es lo que pretende ser,
más cierta es la mascara que el rostro
en este confuso teatro.
Tal vez no es real lo que toco
quizás sea más cierto lo que no puedo ver.
Eterna ignorancia de lo que conozco
resignación de lo que no puedo conocer.
El pensador (1880). Auguste Rodin
09 septiembre 2003