marzo 15, 2023

15 de marzo

-  Dios lo ve todo, aunque creas que no. Aunque trates de esconderte, él ve lo que haces.

La señora predicaba de manera sosegada pero contundente, en voz alta, pero no a los gritos. Volteé a verla y tenía una expresión ambigua en el rostro, entre alegría y severidad. 

Volví la mirada a otro lugar. Siguió con su mensaje evangelista pasivo agresivo. 

Recordé un poema. Sonreí.

***

Hoy conocí a Sara Pérez. 

Cuando era casi niña y casi joven, la leía. En su columna era irreverente, arrojada, inteligente. Admiraba eso y me emocionaba leerla. Cambió de periódico y siguió escribiendo, luego la encontré en Facebook y la seguí y ella me siguió. Personas en común que nos conocían a ambas y no nos conocíamos. Agendamos por años un encuentro, hasta que por fin pudimos cumplir esa nota de agenda.

Conversamos. Comimos y bebimos y conversamos. 

Es una dicha extraña conocer a alguien que admiras por lo que escribe, y mantener la admiración al final de una conversación de tres horas, después del café y el presecco.

Compartimos el taxi y seguimos conversando. En algún momento hablamos de escritores, y de escritores sobre una reunión de escritores donde ella estuvo, y llegamos a nombres y un nombre me recordó el poema. Entonces hablé de la señora del Metro que predicaba y del poema que me recordó. 

Lo busqué en el móvil. Lo leí en voz alta.


Clase de religión (Soledad Álvarez) 

Dicen que Dios está en todas partes

que todo lo ve.

¿En todas partes, Dios

todas las guerras el hambre viva los estómagos

embalsamados

el ojo inmenso

de cíclope insomne de Dios, lo ve?

La sangre en la cisura brutal del estupro

el puñal del asesino la ferocidad del mal

¿y no se espanta Dios no llora no toma partido

la eternidad imperturbable?

Lo nimio también lo ve Dios.

La araña tejiendo el hilo de seda para la presa

la hormiga en busca del alimento

¿también a mí me mira cuando me miro desnuda

frente al espejo

cuando me peino fumo a escondidas quiero matar

y me avergüenzo?

Perdí la virginidad bajo la mirada de Dios.

El gran voyeur.


marzo 06, 2023

6 de marzo

 Desde el lado contrario los veo caminar. Mujer, hombre y dos niñas. 

Deben cruzar una avenida. No hay pasos ni puentes peatonales. El hombre carga a ambas niñas, una en cada brazo. Voltea la cabeza a un lado, entrecierra los ojos. La mujer hace lo mismo. Dan un paso adelante, dan un paso hacia atrás. Coordinados, nerviosos. 

Cruzan.

Sus pasos largos los dejan en una isleta. Un espacio que estoy segura estaba para otro uso, pero la prontitud de la inauguración antes de finalizar el periodo de gobierno, o el presupuesto acortado a pellizcos de cubicaciones extras, convirtió en una isla media desértica, con una población escasas de palmeras media secas.

Para saltar a los pasos coordinados, nerviosos, hay una barrera. Un metal que sirve de barra para evitar que un automóvil cruce del otro lado, quizás, o puesta ahí porque tal vez el diseño decía que ahí iba, o tal vez porque no iba, pero había que poner algo. Ambos alzan una pierna, el hombre, con las dos niñas en cada brazo, hace el equilibrio justo, necesario, para que las niñas sigan a salvo en sus brazos. La mujer, con sus brazos libres pero con el susto vivo, pisa la frontera más allá de la barrera primero que su pareja. 

Se alinean, voltean la cabeza hacia la dirección que vienen los carros, autobuses, motocicletas... entrecierran los ojos. 

Miden el paso. Vacilan. Miden otra vez. Vacilan otra vez. Se quedan quietos. 

Espejea el asfalto. Mareas grises, sin otra agua que la dureza derretida en los ojos.

El primer paso firme. La carrera. 

Llegan al otro lado. 

Han vencido. 

febrero 27, 2023

27 de febrero

Los promedios.

Si un hombre tiene dos vacas y otro no tiene ninguna, en promedio cada uno tiene una vaca.

El presidente dice que en promedio los feminicidios descendieron. 

En la realidad, en 2020 se registraron 88, en el 2021 fueron 80 y en el 2022 fueron 58.

No se necesitan promedios.

***

Dejar de trabajar en medios informativos. No dejar el periodismo.

Abandonar las carreras de humanidades. No dejar de ser humana.

Estudiar otra carrera. Abandonar mi carrera.

Trabajar desde casa. Abandonarme al tedio de la casa.

Dilemas. 

***

El salario mínimo en valor de libras de pollo.

Dijo el mandatario que eso es válido. Pollo index, lo llamo.

¿Cuántas libras de pollo cuesta la terapia de mi hijo? 

¿Cuántas libras de pollo para pagar las facturas? 

¿Cuántas libras de pollo me costó el vestido de segunda mano que usé el sábado?

¿Cuántas libras de pollo el pago mensual de la hipoteca a 20 años?

¿Cuántas libras de pollo pierdo o ganó mientras escribo poemas que nadie lee?

febrero 19, 2023

19 de febrero

 Lo que piensas cuando notas que la puerta tiembla.

"Morir porque la tierra me trague, no es una linda manera de morir. ¿Hay una manera linda de morir? No, no hay lindas maneras de morir".

La puerta deja de temblar. Desde el fondo él me pregunta: "¿Tembló?

Respondo, extrañamente emocionada: "Sí, tembló".

***

Oki Doki.

Digo Oki Doki.

Y digo Oki Doki para no decir mierda.

***

Cuando tenía 16 años estaba enamorada, como lo estuve a los 14 años, y como lo estuve a los 18. 

Enamorada de distintos que eran iguales. De chicos de mi edad que querían explorar. Yo era exploradora, con límites. Ellos intentaba cruzarlos. 

Era un juego divertido. Lo más peligroso. 

Vivía eternamente enamorada de ese peligro, y del drama de ese peligro. Enamorada del drama de la falsedad romántica de ese peligro.

Adolescente dramática romántica jugando con el límite del peligro.

"Siempre vivías sufriendo y llorando por uno. ¡Cuánto sufrías!", me dice mi amiga de casi toda la vida, veinticuatro años después, bebiendo cervezas, pasando cuentas de esos temidos peligros románticos de exploradoras, entre risas.

Exploramos y cruzamos en algún momento, y entre risas, reconocemos que nos salvamos de algo.

 

enero 29, 2023

29 de enero

La parada de autobús en la avenida. Cuarenta y cinco minutos de hormigas caminando entre tus pies, viendo el azul iluminado del paraguas, escuchando la canción que gritabas a todo pulmón cuando tenías ocho años en compañía de tu hermano sin saber el bello pozo de desesperación que evocaba con sus letras. Los niños no entienden de metáforas, menos cuando son felices. La parada de autobús en medio del páramo del subdesarrollo habitacional, mirando de reojo, dando vueltas a la mirada, de mi espalda al frente que se convierte en espalda, agarrando fuerte el cinto de la pequeña cartera, con la llave en las manos. Si me roban no me quedaré sin llaves, si me roban nadie tendrá las llaves. La parada de autobús y las limitadas posibilidades de escape, repasando la estrategia del matorral, de salir corriendo, de tirar las llaves, de la suerte que no este armado, y si lo está que no dispare.

La parada de autobús en el que llega un autobús, y subes y dices buenas tardes y respiras. 


enero 15, 2023

15 de enero

El terreno de la creación es siempre inhóspito. No sé de qué hablan cuando hablan de inspiración. Escribir es patear, romper, rasgar y gritar. El agotamiento, después de hacer todo eso, es lo hermoso. 

***

Abrir espacios, a codazos. Deseo que sea su deseo tocar el piano. Lo admiro, nunca tuve oídos para la música. Él, sin embargo, copia lo que escucha en las teclas, sino otra instrucción que una especie de talento que creció en él mientras habitaba mi vientre. Pero esto, de desear y admirar, es un tejido que nos une. Mi madre alguna vez me dijo que no entendía de quien heredé mi impulso de escritura. "Nadie es escritor en esta familia", me comentó de forma descuidada. Supongo que alguna vez se ha preguntado en qué momento de esos nueve meses (más o menos) en el que estuve dentro de ella me surgió ese impulso. ¿Me admira?

No sé si el oído para la música y el impulso para escribir tenga el mismo origen. Quizás sean polos opuestos, eso que que se repele para que lo familiar no nos desteja.