El olor de las primeras cosas
se evoca, usualmente,
los días de lluvia junto a la ventana
sentencia de la añeja nostalgia
que sobrevive como un náufrago
en la desierta isla de los sumados olvidos
donde reposa un reloj, colgado a una pared blanca
justo al lado de unos viejos libros
esos primeros amantes
con olor a lumbre recién parida
hechiceros del vespertino letargo
que duerme bajo la puerta.
Regresa ese olor de las voces ausentes
cómplices del destino consumado
emisarios del llanto o la risa
y el bullicioso paso de las palabras
danza por las húmedas calles
eco de aquellas otras, las calles de las primeras promesas
refugio de las cotidianas aventuras
estampas de ecos borrosos.
Llega también el lloroso olor
de la casa deshabitada
a la deriva de las despedidas
tumba de los buenos deseos
paredón de las condenadas esperanzas.
Regresa
todo el olor de esas primeras cosas
como un salvavidas
al rescate de este rebelde presente
que llora su destino
los días de lluvia junto a la ventana.
se evoca, usualmente,
los días de lluvia junto a la ventana
sentencia de la añeja nostalgia
que sobrevive como un náufrago
en la desierta isla de los sumados olvidos
donde reposa un reloj, colgado a una pared blanca
justo al lado de unos viejos libros
esos primeros amantes
con olor a lumbre recién parida
hechiceros del vespertino letargo
que duerme bajo la puerta.
Regresa ese olor de las voces ausentes
cómplices del destino consumado
emisarios del llanto o la risa
y el bullicioso paso de las palabras
danza por las húmedas calles
eco de aquellas otras, las calles de las primeras promesas
refugio de las cotidianas aventuras
estampas de ecos borrosos.
Llega también el lloroso olor
de la casa deshabitada
a la deriva de las despedidas
tumba de los buenos deseos
paredón de las condenadas esperanzas.
Regresa
todo el olor de esas primeras cosas
como un salvavidas
al rescate de este rebelde presente
que llora su destino
los días de lluvia junto a la ventana.
El agudo olfato de la nostalgia en cada gota de agua. Memorias primigenias, una mano que rebusca entre las sombras borrosas del pasado para recuperar alguna maravilla, algún milagro o aquel salvavidas de que habla.
ResponderEliminarExquisito poema. La sigo leyendo mientras recibo a los muchachos de la compañía impermeabilizadora que vienen a reparar las goteras del Club. Saludos afectuosos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa lluvia siempre nos regresa ese olor nostálgico a tierra y flores húmedas y machacadas.
ResponderEliminarBuena poética.
Saludos...
"Regresa ese olor de las voces ausentes"
ResponderEliminarIncreible frase, las lluvias traen con si un mundo que casi muchas personas no se dan cuenta, pero tu si, la lluvia es tan rica y hermosa es como si cada gota de agua son besos del cielo....
Valla, vi tu comentario en el periodico, que bueno, nos alegramos muchos tus admiradores, y nunca habiamos podido ver otra foto tuya tan linda...
ResponderEliminarpara los que no saben entren a:
http://www.clavedigital.com/App_Pages/Ocio/Ocio.aspx?Id_Articulo=4225