Las sombras de mis palabras muertas deambulan esta noche. Espantos de ayeres descansan en mi almohada. Horas de pactar con la soledad, exorcismo de sonámbulos colores.
Vacía de caricias, espero al fantasma de mis lágrimas, siempre puntual a la cita. Me regala fríos besos con sabor a calles marchitas, a pasos cansados…y me mira, y me desnuda. Frágil ante sus manos, vulnerable al susurro de su silencio, desfallezco.
El recuerdo de un atardecer se resbala por mi espalda. Cierro los ojos. Grito, por dentro. Callo, por fuera. Reinvención de la nada que descansa en mis pies. De nuevo, el camino.
Vacía de caricias, espero al fantasma de mis lágrimas, siempre puntual a la cita. Me regala fríos besos con sabor a calles marchitas, a pasos cansados…y me mira, y me desnuda. Frágil ante sus manos, vulnerable al susurro de su silencio, desfallezco.
El recuerdo de un atardecer se resbala por mi espalda. Cierro los ojos. Grito, por dentro. Callo, por fuera. Reinvención de la nada que descansa en mis pies. De nuevo, el camino.
Trataré de buscar palabras (si es posible) menos grises, solo para reducir los fantasmas. Prefiere no llamarlos y si están, prefiere no verlos. En éste momento, no me detendré -¿Por que he de hacerlo?- caminaré por el pasado o iré al futuro, no sé, buscaré algo menos amargo, con lo que hay, basta. La marea, la luna, las rosas, siguen sus pasos… Prefiero aquellos atardeceres que estos fantasmas.
ResponderEliminarArgénida: la poesía no es necesariamente una transcripción de lo concreto, más bien ella transgrede la realidad, construye la otra concreación, que en este poema es la condición humana redescubierta: sombras, palabras muertas, espantos, soledad, lágrimas, calles marchitas, sonámbulos colores...es un triste cuadro el que sale de tu pincel, pero la vida es así
ResponderEliminarOye Vanessa, me sorprende tu forma de escribir. Este si que me gustó! cuidate!
ResponderEliminarVíctor: la poesía es poesía...difícil de atrapar en definiciones. La poesía construye melaganariamente, a veces, no la aprisiones. La tristeza, al igual que la alegría, es parte de la vida.Cómo podrías apreciar la segunda sin la primera? La vida es la vida...la poesía es para cantarla o llorarla. Becquer, Benedetti, García Lorca, Neruda, Apolinare...concretos y transcedentes.
ResponderEliminarQuerida Vane: la poesía es la suma de las posibilidades del ser humano de ser por dentro y por fuera. Incomprensible, verdad? Por eso la poesía es realidad y mentira.
ResponderEliminarVíctor tiene razón, pero cómo atrapo la prosa? Para mi la poesía es, y nada más.
Poeta, usted de verdad que escribe para matar!! :)
ResponderEliminarPero algo tienen los fantasmas... han de rondarnos hasta el catártico momento de hacer las paces con el pasado. Luego se van, exiliados y sin remedio, al descubrir nuestro duelo convertido en celebracion.
Me encanta leerte, cuando viene El Diario impreso??
Carolina R.
Hermosas palabras. muy mágicas diría yo en estas horas donde los hechizos buscan entrar en mis ojos. Gracias por el comentario en el blog y espero seguir leyendote igual. Mi blog principal es www.wasarry.blogspot.com me gustaría que pasaras por allá, es como mi cama para soñar.
ResponderEliminarAfectos!
Argénida, si Becquer, Benedetti, García Lorca, Neruda, Apolinare hubiesen sido concretos no serian trascendentes. El sufrido Apollinaire es progenitor del surralismo, de la escritura automática. Nada concreto. Admiro a éstos que tu también admiras, por que rompieron la arbitrariedad del signo. No he intentado definir la poesía. Sería de mi parte un sacrilegio. Tampoco tengo una óptica reduccionista de tu poesía. Como lector crítico veo una poesía sombría e insisto que es una de las tantas formas de ver la vida, aunque implantas una ideología y la poesía se inscribe contra toda ideología.
ResponderEliminarrecordar es vivir de nuevo
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