Páginas

enero 24, 2021

Los leídos en 2020

Cuando comenzaron las cuarentenas por la pandemia, leía con frecuencia en las redes sociales la "gran oportunidad" que significaba para leer mucho. Para ser sincera, no podía evitar pensar que esa afirmación se hacia sin considerar contextos y circunstancias, adversas para muchos durante todo este proceso que va camino a un año, y no solo a nivel económico.

Pero, con o sin pandemia, el que lee, lee. Yo leí, muchos leyeron. Y con mis contextos y circunstancias, estas fueron mis lecturas. 


La Biblia según Dios (@diostuitero). Empecé el año 2020 con humor, sin sospechar lo poco humorístico que sería ese año. Es un libro ingenioso en sus criticas a la Biblia, señalando sus entuertos, contradicciones y sin sentido. Además, saca al relieve el valor de narración de ficción que tienen los libros de la Biblia. 

No apto para creyentes cristianos "literales" del texto bíblico. 

Creo que su lectura alivianó un poco mi ánimo para lo que venía, y que no sabía que venía.


Trastos, recuerdos. Una biografía de Wislawa Szymborska. Editorial Pre-Textos. De Anna Bikot y Joanna Szczesna. El libro llegó a mis manos como un regalo de un amigo que le gusta mucho leer, que trabaja en una biblioteca y que sabe de mi amor por esta poeta polaca. Es la primera biografía que leo (no me llaman la atención).

Amé este libro porque amo a Szymborska, una persona que fue bastante cuidadosa de su vida privada. Las escritoras de esta biografía logran hurgar en esos espacios velados de la premio Nobel de Literatura. Leí poemas de ella que no había leído, supe de su contexto histórico social, de sus idas y venidas en un espacio más intimo en el que renunció, amó y perdió. 

Interesante conocer su sentido de humor, su inspiración en las cosas trivialmente hermosas, en su atención por el detalle y en sus métodos de escritura. Algunas pasajes me los encontré innecesarios, de más, pero entendí la intención de incluirlos. 

Los espejos de Duarte (ensayo). Pablo Mella. De esta lectura puedo decir que fue una de esas que te dan luz, te abren los ojos y te tumba la quijada. Además de preguntarte qué clase de Historia es la que enseñan en las escuelas durante el bachillerato. 

Ver a Juan Pablo Duarte, considerado uno de los considerados Padres de la Patria en República Dominicana, ideólogo de su independencia, desde un reflexión critica y bajo a luz de ciertos hechos y documentos lleva, al menos a mí me llevó, a algo más que "humanizar al héroe". Es más un entender el origen de su construcción como mito y su utilización para afincar o dar cabida a proyectos e ideas que creo él hubiera rechazado.




Los Persas/Los siete contra Tebas y Las Suplicantes. Esquilo. En marzo, ya entrada el tema de la cuarentena en República Dominicana, y en muchos otros lugares, me anote en una propuesta de lectura en las redes sociales #Tragedia2020.

Fallé estrepitosamente en seguir esta propuesta lectora, pero logré terminar tres de los siete libro propuestos del dramaturgo griego Esquilo.

¿Recuerdo algo de sus tramas? Algo recuerdo. Y el de los tres el que más me gustó fue Las Suplicantes, porque me parece una historia femenina con una gran carga de lucha y de autodeterminación,

Aunque les confieso que creo que voy a tener que volverlas a leer estas y terminar con las cuatro faltantes. Siento que las leí en medio de un estrés de comienzo de pandemia que no me dejo disfrutarlas como es debido.










Kitchen/Moonligth Shadow. Banana Yoshimoto. El libro que contiene estas dos novelas me lo prestó un amigo editor. Que conste en acta que ya devolví el libro. 

Mi primer acercamiento a la literatura japonesa, fuera de algunos cuentos sueltos que alguna vez he leído y uno que otro poema nipón. Kitchen es una historia... a ver, cómo lo digo... sencillamente encantadora. Como una especie de baile suave que de repente te entra a un ritmo que te envuelve y envuelve más. Una chica "pérdida", un chico que es hijo de un padre travesti. Un amor que se extiende y se achica. 

Un viaje sentido, hermoso. Y la segunda historia, "Moonligth Shadow", me pareció un relato largo fantasmagórico, envuelto en una dulzura que hace casi llorar. 


En tierras bajas. Herta Müller. ¡Qué libro tan maravilloso! Todavía tengo imágenes grabadas de estos relatos en mi memoria. Tremenda manera de contar que tiene Müller, es que hasta logra que huelas, camines y toques lo que narra.

La historia, las historias, te dan como bofetadas. Una especie de emoción que va creciendo. Y creo que lo hace con los detalles justos, en esa frontera de la nostalgia sin inocencia, de una crueldad con belleza, desde la visión de una niña que crece y descubre el mundo que le rodea más allá de lo que quiere. 

Repito, lectura maravillosa.


Turbulencia/Bichan (cuentos). Miguel Yarull. Me debía estas lecturas desde hace mucho tiempo. Y Turbulencia me llegó por mi oficio de periodista. Una entrevista. Y como para toda entrevista con un escritor, pues hay que leerse por lo menos un libro. Y me gustó tanto tanto Turbulencia, que compré su primer libro de cuentos, Bichán.

En Bichán está el cuento en que se basa el guión, escrito también por Yarull, de una de las películas dominicanas que más me han gustado: La Gunguna. 
¿Qué decir de sus cuentos? Un paseo por el personaje urbano llamado Santo Domingo, visto desde afuera y desde adentro por sus personajes, que cargan no solo el pesimismo, sino también esa esperanza resbaladiza caribeña, tan mortalmente hermosa.

Aquí pueden leer la entrevista que le hice a Yarull. “La literatura no puede ser algo encumbrado, algo lejano a las personas”






La buena terrorista. Doris Lessing. Aunque no es el libro que todos sugieren que se lea de ella, recuerdo que lo compré hace muchos años y lo tenía ahí, en el librero. 

De Lessing, Nobel de Literatura, había leído detalles de su vida, pero nunca uno de sus libros. Lecturas que tienes y vas dejando para después. Así que, como media rosca izquierda que soy, me decidí a leer como su primer libro uno de los que nadie sugiere leer (quizás porque pocos lo han leído)... fue una buena decisión.

Densa, llena de referencias de la época de luchas políticas de los 1960 y 1970, esta novela es la historia de la rebeldía que poco a poco se va  convirtiendo en una realidad macabra, y en un peso que su protagonista justifica anclada en el sacrificio por un bien mayor, pero que la desgasta hasta dejarla perdida. 

Un viaje profundo, humano y desolador muy bien escrito. 

Testigo de la luz. Poemas 1962-2016. Jeanette Miller. Una de las poetas dominicanas que más me gusta, a pesar de que al leer esta antología me di cuenta que parece detenida en los mismos temas en varios de sus poemarios. 

No obstante lo anteriormente dicho, es una lectura en que encuentras joyas, divinos pozos de aguas que son espejo, de palabras que conmocionan, de un dejo de carta de amor y odio al Santo Domingo que da y quita, y lo mejor es que lo ves desde el estar de una mujer, de una mujer dominicana que te habla de la acera en que tropieza, del desrizado de su cabello, de la alegría y la tristeza de ser madre... y de ser ella.


Según una nota que puse al lado de cada lectura terminada, leí más o menos un total de 3,663 páginas. Al menos en estos libros, que también leo documentos de diversos tipos.

Y por cierto, empecé a leer cuentos de una lista de 100 sugeridos por Outis Lee/Dies Irae. De estos 100 he leído, y algunos los he releido: 
  1. El Aleph, Jorge Luis Borges
  2. Judas en flor, Katherine Anne Porter
  3. El conductor nocturno, Italo Calvino
  4. De lo que aconteció a un Dean de Santiago, D. Juan Maurel
  5. Barba azul, Charles Perruault
  6. Wakefield, Nathaniel Hawthorne
  7. A la deriva, Horacio Quiroga
  8. La loteria, Shirley Jackson
  9. Cómo se salvó Wang Fo, Margarite Yourcenar.
Mi meta es leer uno por día, de los 91 que me faltan... la meta ya anda medio olvidada, cosas de metas de principio de año. 

Les deseo buenas lecturas en este 2021.


 



 






No hay comentarios:

Publicar un comentario