Parte del público en el politécnico Madre Rafael Ybarra. |
Y quizás es bueno que exista, pues invita a poner atención a algo que se pierde entre tanta hipérbole cotidiana, atención a la palabra escrita desde lo figurativo, desde aquello que nombra y no lo nombrado. Una manera de estar desde lo que se siente.
Hoy me tocó, como practicante de este decir desde lo que se siente, ir como invitada a leer poesía a una escuela como parte de la III Semana de la Poesía. Horas antes de la actividad hice algo que no había hecho antes: grabarme leyendo un poema.
El tema no era un experimento ni nada por el estilo, pero luego, en el salón del politécnico Madre Rafael Ybarra me di cuenta de algo que vi luego en mi muro de Facebook donde publiqué el video del poema que grabé, la poesía le nacen alas cuando se lee.
Y no es que no las tenga, es que es diferente, toma otra sustancia hacia quien la escucha, como si se transformara. Una especie de trasvestismo, de metamorfosis.
¿Parece tonto? Es probable, pero no pude dejar de pensar luego, sentada en mi casa, lo discusión sobre el Nobel de Literatura a Bod Dylan. Lo escrito que toma otra dimensión cuando se musicaliza, cuando tiene voz más allá del papel en que puede estar escrita, como cuando se lee.
Sí, delante de ese grupo de chicos y su emoción cuando escucharon los poemas de Martha Rivera y Gaston Saint Fleur mientras ellos leían, y los que leí., de sus aplausos, caí en cuenta que esa tradición oral de la poesía es algo que conecta, que emociona, que da. Y entiendo, entonces, a los que defiende el Nobel de Dylan.
Les dejó el vídeo que publiqué en Facebook, del poema sin nombre.
Lean poesía. Y de vez en cuando, háganlo en voz alta.
Gracias por compartir tu poema y regalárnoslo en tu propia voz, Argénida. Concuerdo en que hay algo distinto en escucharlo (sobre todo de la autora) que en leerlo y que en la poesía hay musicalidad. Aún así, creo que hay diferencias entre las letras de una canción y la poesía en todas sus formas. Hay canciones que son poemas y poemas que pueden ser canciones, pero no estoy del todo seguro de que sean equivalentes. Para mí que la poesía es un género más complejo en forma y expresión.
ResponderEliminarMencionas una de mis mayores dudas en tu comentario, Víctor: la equivalencia entre poesía y música.
ResponderEliminarCreo que no existe, creo que hay composiciones musicales que no son poemas, no pueden serlo.
Ahí es el punto, creo, crítico del Nobel a Dylan, de quien no soy experta, pero me llama poderosamente la atención la defensa a su Nobel de tanta gente no solo que escribe, sino que es critico literario y profesores de literatura.
Bueno, ya sabemos cómo es eso de las opiniones. Cada cual tiene la suya. El premio tomó a mucha gente de sorpresa porque se sale de los renglones. Es la prerrogativa de los del Nobel a quién dan el premio, y por tanto decidir y declarar qué ellos consideran buena literatura, pero creo que esta decisión confirma una tendencia de rechazo hacia los escritores de literatura más acorde a los canones entendidos hasta ahora, porque el año pasado se fueron con una periodista (aunque muy, muy literaria) y este año con un cantante (si literario o no, no puedo realmente decirlo). La ficción y poesía parecen no satisfacer a los actuales miembros de ese comité. Algo más con esto de los premios es que estos también ayudan a quienes los otorgan, y el nombre, la calidad, la fama, todo ese bagaje, que trae un artista o creador se conectan al nombre de la institución al aceptar un premio (por lo menos para esa edición). No se puede negar que esos cálculos se dan cuando una institución decide entre este o aquel (asunto aparte: me cuesta mucho no acentuar "este" aquí, siguiendo las nuevas reglas del español).
ResponderEliminarLos premios, creo y más el Nobel, responde a muchos asuntos, a veces totalmente ajenos a la literatura. Es probable que lo que supones tenga mucho que ver con las intenciones de la Academia Sueca.
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