He vuelto
tras todas las batallas
dolorosamente atravesada de otoños
cargada de nidos vacíos
taciturna, hueca
estéril de promesas
atada al aliento irrespirable de estas horas
de estas pesadas horas
donde perece el presente sin herencia.
Ahora, estoy
irremediablemente
en la piel de la sombra que me mira en el espejo
destejiendo fantasmas
dueña del eco que me aguarda tras la puerta.