A un caminante amigo
A veces los pasos se nos marchitan. Cansados de los límites, de las preguntas, de los acertijos…se nos acorta la vista y el lienzo de nuestros horizontes se diluye entre las horas que martillan el camino.
Tocamos la noche sin estrellas y se nos muere la poesía, lentamente, mientras cerramos el alma. Nos detenemos, nos entretenemos en las vitrinas, en las cosas que no son y nos llenamos de vaciedad.
Pero hay algo que nos sobrevive, que continua a pesar nuestro. Y cuando lo encontramos, volvemos a tomar los pinceles para pintar el horizonte, colocamos las estrellas en la noche y encontramos nuestros versos…y los del otros.
Entonces emprendemos nuevamente el camino, ya no con los pies, sino con las alas que nos nacen en el corazón.
A veces los pasos se nos marchitan. Cansados de los límites, de las preguntas, de los acertijos…se nos acorta la vista y el lienzo de nuestros horizontes se diluye entre las horas que martillan el camino.
Tocamos la noche sin estrellas y se nos muere la poesía, lentamente, mientras cerramos el alma. Nos detenemos, nos entretenemos en las vitrinas, en las cosas que no son y nos llenamos de vaciedad.
Pero hay algo que nos sobrevive, que continua a pesar nuestro. Y cuando lo encontramos, volvemos a tomar los pinceles para pintar el horizonte, colocamos las estrellas en la noche y encontramos nuestros versos…y los del otros.
Entonces emprendemos nuevamente el camino, ya no con los pies, sino con las alas que nos nacen en el corazón.
Por qué no agregar el titulo de cada entrega al email que envías?
ResponderEliminarParece que no duermes mucho.. que estas publicando artículos a las 2 de la mañana..
Bye, Caminante...
Bellisimas imágnes en ese texto, lindisima página, eres una luz en el camino, Angies
ResponderEliminarManita, espero q cada dia Dios te siga dando mas sabiduria para q puedas seguir creciendo. Muy lindo todo lo q escribes.
ResponderEliminarEn los cientos de viajes que realizamos hacia el sur, hacia el este, hacia el oeste y por supuesto hacia el norte; siempre habrá un tramo que nos marcara, que no podremos olvidar. En el recorrido de este viaje llamado vida, hace tres años -el caminante- inicio unos de estos al conocer a una caminante. Hace unos meses, la vida volvió a colocarlos en caminos separados, pero siempre, como dije al principio, recordaran, reirán, lloraran, cada vez que una simple chispa de aquel camino, asalte sus pensamientos.
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