Foto: Argénida Romero
Ahora, luego de restar las gotas escurridas por la ventana y cancelar el murmullo del viento bajo la almohada, sigo aquí. Adverbialmente reposada en este instante, desatada del rumor que reposa en el calendario.
Rebelde de la causa que martilla la sombra del camino, conquisto este breve suspiro de luz que despierta mis labios y acaricio, irreverente, el destino indescifrable que se acomoda en los puntos suspensivos sobre la mesa.