enero 15, 2009

Una reseña

La escritora y periodista Rosa Silverio publica en su blog una reseña sobre jóvenes escritores: "El nuevo rostro de las letras dominicanas". Yo fui una de las elegidas junto a otros 9 escritores. Agradezco la generosidad de incluirme en esta reseña y de figurar entre tanto talento.

Aquí la entrevista hecha por Rosa Silverio:


Libros publicados: En proyecto de publicar mi primer poemario en los próximos meses, espero que antes que finalice el mes de febrero. Se llamará Mudanzas.

¿Cuáles libros y autores te resultan imprescindibles y han marcado tu formación literaria?
Soy una lectora medalaganaria. Leo lo que me gusta, me llama, me traspasa, me sacude. Contrario a lo que se puede creer he sido más influenciada por la prosa que la poesía. En mi caso el descubrimiento de Jorge Luis Borges, con su libro El Aleph, me marcó. Ahora busco su poesía y he leído algunas de ellas. Otros escritores que me han trastocado son Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Eduardo Galeano (su prosa es tan poéticamente humana), Fiódor Dostoievski, Guy de Maupassant, Virgilio Díaz Grullón, Margarite Yourcenar, Virginia Woolf….y muchos otros. En poesía: Mario Benedetti, los hermanos Machado (Antonio y Manuel), Alfonsina Storni, Sylvia Plath, Pedro Salinas (mi reciente descubrimiento), Jeannette Miller, Jaime Sabines, Mariano Lebrón Saviñón, Ángel González, Julia de Burgos…si sigo no termino.

¿Cuáles son tus preocupaciones estéticas y temáticas?
La musicalidad y las metáforas en poesía. La musicalidad la defino como esa magia que ata los versos y logran que esas palabras, que separadas son barcos a la deriva, al unirse logran encender la chispa adecuada y exaltar el ánimo de aquel que las lee, volviéndose vida. Sin esto, el poema es un cadáver. Me sobrecoge, también, la construcción de metáforas. Aquellas que hacen ciertos versos inolvidables y únicos.Sobre las temáticas puedo decirte que todo a nuestro alrededor y dentro de nosotros es materia prima para la literatura, para la poesía en mi caso. Claro, la poesía es una visión íntima de lo que se lleva dentro y de lo que se ve fuera. Una intimidad que se vuelve pluralidad cuando nace de las manos del poeta y viaja al sentimiento de aquel que toca esas palabras.

¿Qué te parece lo que escriben los demás escritores de tu generación?
Mi generación... No he pensado mucho sobre esto en relación a mi contemporaneidad literaria. Sintonizo con aquellos que se vuelcan a exponer al mundo cambiante, atosigante, vivo y muerto, oscuro y luminoso que corre en nuestros días. Leer la poesía de Frank Ulloa, los cuentos de Rey Andújar, por poner dos ejemplos, me muestra la calidad de lo que actualmente se construye. Escritores y escritoras cuya principal cualidad es que no asumen el estigma manoseado de "escritores tótem" o "eruditos de las letras", algo que me parece ha sido muy común en escritores de otra época. Además de que están abiertos a asumir influencias más allá de nuestra frontera, dejando afuera ese "bloqueo isleño" y experimentando desde la vida que los toca.

¿Qué futuro le espera a la literatura dominicana?
Letras frescas, con temas frescos, lejos de la tendencia trujillista y esa mirada en la nuca divorciada del presente mediato. Tenemos buenos prospectos, buen futuro, en especial cuando muchos "escritores tótem oficialistas y oficiosos" dejen, por la obligatoriedad de los años, el escenario literario dominicano. Nadie es eterno. La eternidad queda en las palabras preñadas de música y magia, que acompañan a la humanidad de todos los tiempos, y de eso tenemos mucho.

Tus proyectos literarios para este 2009: Mi primer poemario Mudanzas y pensar en compilar algunos para un segundo. Y escribir, siempre escribir. Porque las letras son mi brújula, mi cielo y mis alas.



enero 12, 2009

Angel González


Hoy se cumple el primer aniversario de la muerte física del poeta español Ángel González. Sólo física, porque eterno es y será. Aquí un pequeño monumento a su humilde grandeza poética y porque, a pesar de no haberlo conocido de manera directa (un deseo de años), su poesía es aliciante y camino para mis días.


Me basta así


Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
-de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso-;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo, mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.)


Palabra sobre la Palabra, 1965


"Ángel era muchos ángeles" (Reportaje del Periódico El País)

enero 01, 2009

13

A Sorangel


Tenía trece

hablaba de las hadas sin magia o de soles perdidos

mientras recogía flores marchitas en las esquinas.

Era casi mujer

incipiente mujer que reía y bailaba

presagio de días sin muñecas

mujer, casi mujer

pero aun era la niña

dos colas de caballo

dibujando esperas en el pupitre.

No creía en príncipes ni en sapos

no había leído a Shakespeare,

creía (porque algo había que creer)

en los cuentos mal contados de sus libros de historia

en el olor a verano tallado en las calles

en los rezos eternos de la abuela

y en sus pasos, sus pasos presurosos

camino hacia la nada,

la nada que tocó su puerta

una noche de tristes profecías

marcando el punto final de sus soles perdidos y sus hadas sin magia.

Tenía trece

nunca pensó en el mañana.



-------------

El primer poema del año. Algo triste, quizás. Lo termine de escribir hoy. Por lo demás, los mejores deseos para este nuevo año a ustedes, los lectores de estos suspiros poéticos.